Mariana no iba a asistir al recital pero a último momento un amigo le consiguió la entrada. Así fue que ella junto a cuatro chicos más se dirigieron hacia el barrio de Once para presenciar del show de Callejeros.
Cuenta un poco como llegó y cuando entró al lugar..
Después que arrancamos para Once íbamos los cinco re emocionados porque era una seguidilla de tres recitales y fue re complicado conseguir las entradas. Llegamos y había un montón de gente afuera esperando, de todas las edades y eso me re sorprendió. Pero el mundo del rock es asi.
Después que arrancamos para Once íbamos los cinco re emocionados porque era una seguidilla de tres recitales y fue re complicado conseguir las entradas. Llegamos y había un montón de gente afuera esperando, de todas las edades y eso me re sorprendió. Pero el mundo del rock es asi.
¿Cómo estuvo el recital antes que pase lo que sucedió?
Hasta el momento estaba re bueno, había mucha gente y hacía mucho calor pero valía la pena estar ahí. Después pasó lo del Pato(cantante de Callejeros) que dijo que tengamos cuidado con las bengalas. Pero para un recital de Callejeros las bengalas eran normales, prendían muchísimas siempre. Era un clásico.
¿Qué fue lo que te sucedió después?
Yo estaba en un costado y me di cuenta cuando la gente empezó a mirar para arriba, los músicos también y como que empezó la desesperación. Se empezó a prender fuego el techo, todo y entraron a correr, ahí es cuando yo pierdo a mis amigos y queriendo salir me empujan y quedo tirada.
¿Cómo fue el después?
Yo me desperté en la ambulancia yendo al hospital. No entendía nada. A mis amigos los encontré al otro día, todos desparramados terminamos. Fue durísimo por todo lo que pasó. Yo perdí a un amigo, Lucas. Que se mueran tantos chicos, bebés, fue jodido. Yo ya lo superé pero es algo que siempre va a quedar grabado. Todos los 30 de diciembre lloro pensando en todos esos chicos que murieron y que me podría haber pasado a mi.
¿Qué opinás de la culpabilidad de los integrantes de la banda?
Para mi ellos no tendrían que haber sido juzgados. Si el manager, pero ellos no. La realidad es que una banda va, toca, recibe plata si le pagan y listo. El manager junto al dueño del lugar tendrían que ser los encargados de la seguridad. Pasa que la gente siempre confía en que nunca va a pasar nada hasta que pasa. El gobierno también es culpable, pero para mi los chicos de la banda no.
¿Creés que muchas veces tampoco hay consciencia por parte de los espectadores?
Totalmente, una persona que va a un recital o a un evento la realidad es que no se fija si las salidas de emergencia están cerradas o se va si se da cuenta que excedió la capacidad del lugar. Nadie hace eso, quizás después de lo que pasó si. Fui a recitales y me pongo al lado de la salida, por las dudas. Y conozco mucha gente que no fue a Cromañón pero que hace lo mismo.
¿Qué te quedó a vos de todo lo que pasó?
Es complicado, yo a veces pienso que no rescato nada positivo. Pero a veces pienso que esos 193 angelitos se tuvieron que ir para que no vuelva a pasar. Aunque sigue pasando porque los lugares no están bien habilitados, hay muchas reglas que no respetan, a veces creo que esperan otro Cromañon, que ojalá nunca pase porque es tremendo, no se puede describir lo que uno sintió en ese momento.
